Sunday, October 08, 2006

De Nacionalsocialismo, AK-47 y el auhero de ozono, chico

El sábado uno renta una película. Va al Blockbuster y, habiendo ya visto todas las de supermaloasesinomatafamiliadearnoldquiensevengacontirosyexplosiones y las de remalosmafiososmatanamigodeseagalyesteloscagaarompehuesosaikidos piensa "¿Alquilo Amelie o Almodóvar?". Luego uno recapacita y se da cuenta que no hay fémina en casa y que la pizza (de Locos por la Pizza) se pone chirle ante ofensas como Almodóvar, KilBil, Clooney o Hugh Grant. Uno no quiere pizza licuada y entonces enfila hacia títulos seguros. Hombre sensato alquila "El señor de la guerra", con Nicholas Cage, de madera de algarrobo, lo cual parece garantizar que uno no se tendrá que preocupar por pensar mientras come pizza.

Luego uno se sorprende. No les voy a contar la película porque la tienen que rentar, ¿ok? Déjenme comentarla al revés. Acepto que comparen el siguiente giro literario con alguno de los autores que Uds. han leído u hojeado.

El notable hueco en la capa de ozono se cerrará en algo así como veinte años o más, no importa. Mientras tanto, los hombres blancos correrán un riesgo considerable si desean broncearse, es decir, si pretenden parecer negros. Entonces, ¿porqué arriesgarse a parecer negros? Porque los negros no la pasan bien. Independientemente del hecho de que son explotados y esclavizados, segregados y discriminados en las ciudades creadas por los demás (no negros, por si acaso) también sufren la paradójica realidad de que son aún más atrozmente tratados en su propia Africa natal, y en particular por sus propios hermanos de color. Llamemos a esto la Paradoja Uno de este cine-debate. Ya sé, Uds. contaron bien, son dos Paradojas Uno en realidad. Tómenlo como una promo: dos Paradojas al precio de una.

Cerca de la tele en la cual Nicholas trataba de actuar de vendedor, algo que le vimos hacer en varias películas anteriores, tengo una mesa ratona. En el revistero hay o suele haber libros (debería llamarlo librero). Varios de los ejemplares tratan el tema de las armas, en especial de las de fuego. Como todo niño (que soy aún) me han fascinado las armas, su tecnología y su poder. Luego de investigar un poco el tema he concluído que la enorme mayoría de las armas que se usan hoy fueron inventadas a principios del siglo XX. Un buen ejemplo es el rifle automático de asalto Kalashnikov de 1947, comúnmente conocido como AK-47. Es el arma más popular del pesado mundo de los pobres armados, ya fuesen estos comerciantes de drogas (legales o ilegales, ja ja ja), guerrileros o gobiernos interesados en la seguridad nacional y socialista. Los gobiernos chetos usan Hechler und Koch MP-5, que es como el BMW frente al VW. Mi segunda conclusión, la cual abordaré en el futuro en otro post, es que el único objetivo de un arma es matar a otra persona. La Paradoja Dos es la dulce intención de hacerle creer a casi todo el mundo que las armas sirven para cualquier otra cosa.

Finalmente, cuando dudas tan profundas me asaltan, intento defenderme refugiándome en mis principios. Y estos rozan casi siempre ideas e ideologías. Por ejemplo, los pobres, los esclavizados y los oprimidos luchando con AK-47 por su libertad me inspiran románticos recuerdos de mi pasado tan socialista y cheto (bueno, era en San Isidro). Curiosamente, hoy veo llevar esas banderas en alto y con bolivariano orgullo al comandante y líder supremo Hugo, alias "compro miles de AK-47 de desecho a Rusia". Hugo pretende encarnar al socialismo nacionalista... ¿eh? ¿qué dije? Deber de haber un error, estaré disléxico. Hugo pretende ser el líder armado por Rusia del NazionalSocialismo americano.... ¿me confundí otra vez? Llamemos a esto Paradoja Tres.

¿Qué tiene que ver todo esto con alquilar una película un sábado cualquiera? Arnold, Seagal, ¿porque no se dejan de joder y hacen unas cuantas obras maestras más?

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